El juego es una actividad, además de placentera, necesaria para el desarrollo cognitivo (intelectual) y afectivo (emocional) del niño.
El juego espontáneo y libre favorece la creatividad del niño y fomenta su maduración.
El juego simbólico
Lo normal es que el juego simbólico empiece a partir de los dos años. Aunque en la actualidad están tan estimulados, que el juego simbólico puede aparecer un poquito antes, en torno a los 20-22 meses.
Lo vais a ver cuando el niño empiece a jugar con las cosas como si fueran otras. Observaréis que vuestro hijo está jugando a tal o cual cosa, también puede jugar a imitaros a vosotros. Esto quiere decir que ha entrado en la etapa de juego simbólico, quiere decir que está desarrollando su lenguaje y que está desarrollando su capacidad cognitiva, esto va a ser así a lo largo del período que va de los dos a los tres años.
Jugar a sus juegos
Si vemos a nuestros hijos creando una historia, es bueno que estemos cerca de ellos y les observemos. Pero también es adecuado que podamos introducirnos en esa historia. Si están jugando con animalitos o con coches, nos ponemos físicamente cerca, y les seguimos.
Aquí tenemos que hacer el gran esfuerzo de ir al mundo del niño. Aquí no tenemos que jugar como un adulto, con reglas. Si no que tenemos que hacer el esfuerzo de tirarnos al suelo con los niños y seguirles a ellos y hacer lo que ellos hagan.
Debéis daros cuenta que el objetivo es seguirles a su mundo y no poner reglas de adulto. Jugar como a ellos les gusta. Esto va a crear una relación afectiva y un vínculo estupendo, además de pasar un rato genial con nuestros hijos.
El juego es una actividad imprescindible
- El juego es necesario para el desarrollo intelectual, emocional y social.
- Permite tres funciones básicas de la maduración psíquica: la asimilación, comprensión y adaptación de la realidad externa.
- Exige ofrecer al niño el tiempo y los medios favorables para que lo pueda realizar a su modo.
- Favorece las adquisiciones sociales tempranas, las habilidades de comunicación social. Es una preparación para la vida adulta.
- Como conducta exploratoria, impulsa la creación de campos de acción y la creatividad.
- Tiene un sentido para el niño. Cuando se le interrumpe cualquier juego, se le priva del desenlace de un argumento creado por él mismo con una finalidad que no siempre alcanzamos a comprender.
Fuente:guiabebes