domingo, 18 de septiembre de 2011

Asma en los bebés y niños

El asma es una enfermedad inflamatoria crónica de las vías respiratorias caracterizada por episodios recurrentes obstructivos.










La inflamación de las vías aéreasprovoca contracciones en los músculos lisos que rodean los tubos bronquiales con su consecuente estrechamiento lo que dificulta la respiración. De allí que el enfermo emita un sonido sibilante característico del asma durante la exhalación.





Aunque aproximadamente el 85 porciento de asmáticos correctamente tratados dejan de tener síntomas al cabo de un período variable de años (incluso en muchos casos mejora en la pubertad) no se debe dejar al niño sin tratamiento a su libre evolución.









Los factores que precipitan las crisis de asma son:

* Infecciones víricas


* El humo del tabaco

* Gases que emanan de pinturas sintéticas

* Los irritantes en general

* El ejercicio y las emociones

* Inhalar aire frío

* Reacciones alérgicas a ciertos alimentos, medicamento polen, esporas, pelo de algunos animales, ácaros, polvo y cucarachas.









Síntomas:


* Tos

* Un sonido de silbido o pito que al exhalar

* Dificultad respiratoria

* Opresión torácica









Su frecuencia e intensidad varían de acuerdo con el tipo de asma de que se trate. Existen cuatro tipos de asma infantil:










Episódica ocasional:

Son crisis que se presentan con un máximo de cuatro o cinco crisis por año y períodos largos asintomáticos. Estos niños tienen buena tolerancia al ejercicio físico. Estos episodios pueden desaparecer en cualquier momento y no revestir más complicaciones en el día de mañana.









Episódica frecuente:

Aparecen cada dos meses aproximadamente, con un máximo de seis u ocho crisis al año y sibilancias con esfuerzos bastante intensos. Conviene tener todo a mano para cuando se inician las episodio de asma.










Persistente moderada:

Suele haber una crisis mensual aproximadamente con cierta tendencia a presentarse durante la noche.









Persistente grave:

Se manifiesta con episodios frecuente síntomas nocturnos más de dos veces por semana y sibilancias con esfuerzos.









Diagnótico y tratamiento:


El doctor diagnosticará el asma con base principalmente a los síntomas y a los antecedentes familiares.

Él médico puede solicitar la realizacón de un análisis de sangre, que pueden presentar la elevación de un tipo de glóbulos blancos, los eosinófilos, y también se eleva la inmunoglobulina E.

Una vez diagnosticado el asma, el doctor puede basar su tratamiento en tres partes fundamentales siendo la primera la educación del niño así como de su la familia. La segunda; el control de los factores que inducen a las crisis asmáticas y la tercera, el empleo de los fármacos adecuados.









Hay dos tipos de medicamentos empleados en el caso del asma y que son los aliviadores o de rescate indicados cuando existen síntomas agudos, como la broncoconstricción, y los síntomas acompañantes, y los fármacos controladores o de mantenimiento, que se prescriben a diario y a largo plazo para alcanzar y mantener el control del asma.









Si el asma de su hijo parece tener una base alérgica, probablemente el médico lo refiera a un alergista pediátrico o un neumólogo pediátrico para que evalúe a fondo la alergia y la función pulmonar del niño. En este sentido, puede que le recomiende ponerle al niño vacunas para reducir su sensibilidad a los alérgenos que desencadenan las crisis asmáticas.










Si su hijo tiene asma, esimportante saber cuándo requiere atención médica inmediata. Por regla general, debe llamar al pediatra si el niño:

* Respira con dificultad y parece que va empeorando

* Sus ojos o las puntas de los dedos se le ponen azuleso o la piel en general parece haberse oscurecido,

* Está muy agitado, extremadamente letárgico o confundido.

* Siente dolor en el pecho, el cuello o la garganta.










Igualmente debe contactar a su doctor, pero sin tanta urgencia si su hijo

* Tiene fiebre o una tos o sibilancias persistentes que no responden a la medicación prescrita.

* Vomita todo y no puede suministrar medicación por vía oral.

* Presenta dificultad para hablar o dormir











Recomendaciones:

Permanecer tranquilo cuando se produzca un ataque e intente calmar a su hijo, ya que cuanto más miedo tenga, mayor será su disnea.


Diseñar, junto con el pediatra, un “plan de acción” para responder ante un ataque de asma severo para qué hacer.

Llevar un diario de cuándo ocurren los ataques de asma de su hijo puede ayudarle a identificar las posibles causas e inclusive puede aprendar a anticipar las crisis. Si, por ejemplo, su hijo suele tener ataques cuando contrae infecciones virales, puede empiezar a darle la medicación contra el asma cuando presente los primeros síntomas de infección.

Ayudar que su hijo se desarrolle con normalidad y permítale, después de haber hablado con su médico, ciertas actividades como deporte, natación, etc

Evitar al máximo que el niño pierda clases.

Conseguir que el niño duerma bien por las noches.

Administrar a su hijo los medicamentos recetados por el médico. Si, a pesar de ello, la situación no mejora, debe ponerse en contacto con su médico.

Planificar las vacaciones así como también la elección de una profesión deberán ajustarse a lo que exija la enfermedad.


Eliminar del entorno de su hijo, en lo posible, los factores que desencadenan los ataques de asma incluyendo irritantes como humo de tabacco, animales domésticos, plantas alergénicas o determinados alimentos.

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