miércoles, 28 de septiembre de 2011

Antisépticos para curar las heridas de los niños

El ambiente en el que vivimos y respiramos está lleno de microorganismos y bacterias. Es más, algunos incluso viven sobre nuestra piel para alimentarse del sudor y de la grasa producidas por las glándulas sudoríparas y sebáceas. Para hacerte una idea de la cantidad de gérmenes que viven con nosotros, basta decir que una persona sana y limpia puede albergar 2,4 millones de bacterias por centímetro cuadrado de piel en las axilas. La mayor parte de ellos están controlados por los eficientes sistemas de defensa que existen en la piel y en las mucosas, pero cuando se produce una herida o un corte en la piel y ésta se abre, los gérmenes pueden introducirse en el cuerpo humano y ocasionar una infección. Los bebés y los niños son especialmente vulnerables porque su piel es más sensible y porque están en contacto con el suelo mediante el gateo, las caídas y sus juegos.






Para evitarlo, es imprescindible usar un antiséptico que impida su paso y reduzca la posibilidad de causar una enfermedad. El producto debe aplicarse en los costados del corte de la piel y no directamente en la incisión, sin olvidar que lo mejor es permitir que la lesión se ventile para que cicatrice y, de esta manera, se impida un nuevo ataque.





Tipos de antisépticos para niños y adultos

Todos los antisépticos no son iguales ni tienen la misma efectividad. Cada uno de ellos tiene unas propiedades y sus mecanismos de acción están muy diferenciados:







Clorhexidina: es eficaz contra bacterias Gram + y Gram -, esporas, hongos y virus. Su atividad se inicia a los 15 - 30 segundos y dura hasta 6 horas. Es activo frente a materia orgánica como pus, exudado o sangre, no tiene contraindicaciones y no es tóxico. Se puede utilizar en embarazadas, neonatos (para la curación del cordón umbilical), lactantes y niños porque no se absorbe y, por tanto, carece de reacciones sistémicas.






Alcohol 70%: es eficaz contra bacterias Gram + y Gram -, y virus como Sida y citomegalovirus. Su actividad se inicia a los 2 minutos y su efecto residual es nulo. Es inactivo frente a materia orgánica como pus, exudado o sangre, está contraindicado en heridas abiertas, produce dolor local en los tejidos, puede resultar irritante y, en cuanto a seguridad, es un producto inflamable.





Yodo: la povidona yodada 10% es eficaz contra bacterias Gram + y Gram -, virus y hongos. Su actividad se inicia a los 3 minutos de su aplicación y permanece durante 3 horas. Retrasa el crecimiento del tejido de granulación que es esencial para el comienzo de la cicatrización y en el apartado de toxicidad puede causar irritación cutánea y absorción del yodo a nivel sistémico, lo que le convierte en un producto contraindicado en recién nacidos (para curas del cordón umbilical), lactantes y personas con alteración tiroidal.





Agua oxigenada: el peróxido de hidrógeno es activo contra bacterias Gram + y Gram -, y el 3 por ciento de los virus. Inicia su actividad inmediatamente tras su aplicación, pero su efecto no permanece. Es inactivo frente a materia orgánica como pus, exudado o sangre, resulta irritante en las mucosas y como contraindicación tiene peligro de lesionar tejidos en cavidades cerradas y riesgo de embolia gaseosa.






Mercurocromo: los productos mercuriales o derivados del mercurio son bacteriostáticos (impiden el crecimiento de microorganismos mientras dura su acción) de baja potencia y se inactivan en presencia de materia orgánica. Pueden producir dermatitis de contacto y sensibilidad sobre la piel en nuevas aplicaciones.





Otros antisépticos para impedir infecciones


Algunas infecciones por bacterias y virus ocasionan ampollas y úlceras pequeñas y dolorosas (aftas) en las mucosas de la boca de los niños. En este caso, la lesión puede ser originada por un objeto, una prótesis dental o un golpe, y sus efectos son atenuables gracias a soluciones antisépticas, las cuales se aplican, directamente, o mediante la realización de gárgaras.





Los antisépticos también son útiles para frenar el 
acné o granitos producen los cambios hormonales al estimular a las glándulas sebáceas, generando cúmulos de grasa que obstruyen los poros y dan lugar a espinillas. Estas lesiones pueden ser invadidas por la bacteria Propionebacterium acnes, y usar soluciones antisépticas especiales puede ayudar a aminorar el riesgo de infección y, por tanto, de cicatrices.






¿Cuánto tiempo hay que usar un antiséptico?

Aunque no existe unanimidad en el tiempo que debe utilizarse un antiséptico, la práctica clínica recomienda que, cuando se trate de pacientes de atención primaria con heridas abiertas, se use el antiséptico durante las primeras 24-48 horas, hasta la aparición del tejido de granulación que es el primero de la cicatrización. En postoperados, con heridas cerradas y riesgo de infección, conviene usarlo de forma continuada en cada cura. Esta medida incluye el lavado de la herida con suero fisiológico y la aplicación de un antiséptico cada vez que se cambie el apósito.





Consejos para usar un antiséptico sobre heridas o quemaduras

1. Antes de limpiar con un antiséptico, hay que eliminar las placas de tejido duro desvitalizado porque el antiséptico es eficaz sobre el tejido vivo.

2. Los antisépticos no deben usarse de forma indiscriminada para la limpieza de heridas limpias que ya tienen tejido de granulación o están cicatrizando.

3. Después de limpiar una herida con un antiséptico, conviene irrigar la superficie con solución salina al 0,9% para minimizar la toxicidad potencial.

4. Elige el antiséptico menos tóxico y que sea más biocompatible con el entorno de la herida.


5. Los sntisépticos sólo deben servir de soporte a la terapia antibiótica.

6. Los antisépticos sólo deben usarse durante periodos de tiempo limitados.
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